El guitarrista ciego» es una pintura del famoso pintor español Francisco de Goya, realizada alrededor de 1778. Esta obra es uno de los primeros ejemplos del trabajo de Goya antes de que alcanzara su madurez artística. Representa a un hombre ciego tocando una guitarra, con una expresión de profunda melancolía y concentración en su rostro.
La pintura destaca por su realismo y la manera en que Goya logra capturar la soledad y la tristeza del guitarrista. La figura del hombre ciego está envuelta en sombras, lo que contribuye a la atmósfera sombría de la obra. La luz, enfocada en el rostro y las manos del guitarrista, resalta el gesto emotivo y la habilidad del músico.
Esta obra forma parte del conjunto de cartones que Goya realizó para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara en Madrid. Los cartones eran modelos que se usaban para crear tapices decorativos destinados a los palacios reales. A través de este tipo de obras, Goya no solo demostró su habilidad técnica, sino también su interés por retratar escenas de la vida cotidiana y temas sociales, que se convertirían en elementos clave de su obra posterior.
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