¿Qué era el Moulin de la Galette?
El Moulin de la Galette era uno de varios molinos de viento situados en la colina de Montmartre, en París. Este molino, en particular, data del siglo XVII, y originalmente se usaba para moler grano y producir galettes, un tipo de pan o pastelito típico (de ahí su nombre).
Pero en el siglo XIX, cuando Montmartre aún era una zona semi-rural, el molino fue transformado en una especie de guinguette o salón popular para bailar, comer y beber. Era un lugar frecuentado por obreros, artistas, bohemios y burgueses liberales.
Un ícono de la vida parisina
El Moulin de la Galette representaba todo lo que Montmartre simbolizaba en esa época:
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Libertad, diversión y arte
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Un espacio donde clases sociales se mezclaban
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Una zona fuera del “control” de la ciudad burguesa
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Una mezcla entre el pasado rural y el presente urbano
Este lugar fue inmortalizado por varios artistas:
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Renoir con «Bal du moulin de la Galette» (1876), donde lo muestra lleno de vida, con gente bailando y la luz filtrándose entre los árboles.
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Van Gogh, aunque con una mirada muy distinta, más melancólica y contemplativa.
El Moulin de la Galette según Van Gogh
Van Gogh pintó varias vistas del Moulin durante su estancia en París (1886–1887). A diferencia de Renoir, Van Gogh no lo retrató como un sitio festivo, sino como un objeto del paisaje, una reliquia rural atrapada en la transformación urbana.
Características de sus versiones:
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Tonos más sobrios (aunque ya empezaba a usar más color)
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Pinceladas expresivas, pero más controladas que en su época de Arlés
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Composición centrada en la estructura, no en las personas
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A veces lo muestra como parte de un paisaje solitario, lo que transmite una especie de nostalgia
En estos cuadros se nota cómo le interesaba más el ambiente que el evento social: quería capturar el alma del lugar, no solo su apariencia.
¿Dónde estaba?
El Moulin de la Galette estaba (y aún está) en la parte alta de Montmartre, en el distrito 18 de París. De hecho, hoy en día aún se conserva una parte del molino original, aunque el entorno ha cambiado muchísimo.
En resumen
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El Moulin de la Galette era un ícono del París bohemio y popular.
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Representa la transición entre lo rural y lo moderno.
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Van Gogh lo pintó no como un lugar de fiesta, sino como un símbolo del paisaje cambiante y la vida sencilla que tanto valoraba.
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