«Los lirios» (Irises) es una de las obras más icónicas de Vincent van Gogh, cargada de color, movimiento y emoción. Fue pintada en un momento crucial de su vida y es considerada una de sus piezas maestras tanto por su belleza como por su trasfondo emocional.
Detalles clave de la obra
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Título original: Les Iris / Irises
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Fecha: 1889
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Técnica: Óleo sobre lienzo
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Dimensiones: 71 × 93 cm (hay varias versiones)
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Ubicación actual: J. Paul Getty Museum, Los Ángeles
Descripción visual
La pintura muestra un campo denso de lirios en flor, con tonos predominantemente azules, violetas y verdes, y un lirio blanco solitario que destaca entre los demás. Las flores parecen moverse, casi como si el viento las meciera, gracias a las curvas dinámicas de sus pétalos y hojas.
El fondo es claro, casi terroso, lo que hace que los lirios estallen de color. Van Gogh utilizó contornos oscuros alrededor de las formas, una técnica influida por el japonismo, particularmente las estampas ukiyo-e, que él admiraba profundamente.
Contexto emocional y artístico
Van Gogh pintó Los lirios en mayo de 1889, justo después de ingresar voluntariamente al asilo de Saint-Rémy-de-Provence. Estaba atravesando un período de profunda inestabilidad mental, pero también de gran creatividad.
Él mismo describió esta obra como una forma de “alivio” emocional. De hecho, no la consideraba una gran pintura, sino un estudio previo. Sin embargo, para los críticos y el público, Los lirios transmite una mezcla de serenidad, esperanza y vitalidad.
Se ha interpretado que el lirio blanco entre los azules podría simbolizar al propio Van Gogh: distinto, solitario, pero igualmente bello.
Curiosidad histórica
En 1987, una versión de Los lirios fue vendida por 53,9 millones de dólares, convirtiéndose en su momento en la pintura más cara jamás vendida. Aunque no fue la más técnicamente compleja de sus obras, su historia y poder emocional la hicieron invaluable.
«Los lirios» (Irises) es una de las obras más icónicas de Vincent van Gogh, cargada de color, movimiento y emoción. Fue pintada en un momento crucial de su vida y es considerada una de sus piezas maestras tanto por su belleza como por su trasfondo emocional.
Detalles clave de la obra
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Título original: Les Iris / Irises
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Fecha: 1889
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Técnica: Óleo sobre lienzo
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Dimensiones: 71 × 93 cm (hay varias versiones)
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Ubicación actual: J. Paul Getty Museum, Los Ángeles
Descripción visual
La pintura muestra un campo denso de lirios en flor, con tonos predominantemente azules, violetas y verdes, y un lirio blanco solitario que destaca entre los demás. Las flores parecen moverse, casi como si el viento las meciera, gracias a las curvas dinámicas de sus pétalos y hojas.
El fondo es claro, casi terroso, lo que hace que los lirios estallen de color. Van Gogh utilizó contornos oscuros alrededor de las formas, una técnica influida por el japonismo, particularmente las estampas ukiyo-e, que él admiraba profundamente.
Contexto emocional y artístico
Van Gogh pintó Los lirios en mayo de 1889, justo después de ingresar voluntariamente al asilo de Saint-Rémy-de-Provence. Estaba atravesando un período de profunda inestabilidad mental, pero también de gran creatividad.
Él mismo describió esta obra como una forma de “alivio” emocional. De hecho, no la consideraba una gran pintura, sino un estudio previo. Sin embargo, para los críticos y el público, Los lirios transmite una mezcla de serenidad, esperanza y vitalidad.
Se ha interpretado que el lirio blanco entre los azules podría simbolizar al propio Van Gogh: distinto, solitario, pero igualmente bello.
Curiosidad histórica
En 1987, una versión de Los lirios fue vendida por 53,9 millones de dólares, convirtiéndose en su momento en la pintura más cara jamás vendida. Aunque no fue la más técnicamente compleja de sus obras, su historia y poder emocional la hicieron invaluable.
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